20. Tâ' Hâ'

Revelada en La Meca en el año quinto de la misión profética, luego de la emigración de los creyentes a Abisinia. Consta de 135 aleyas. 

 

En el nombre de Allah, Clemente, Misericordioso

1

Tâ'. Hâ'.

2

No te hemos revelado el Corán para que te agobies [y sufras por la incredulidad de tu pueblo ¡Oh, Muhammad!],

3

Sino para que reflexionen con él aquellos que temen a Allah.

4

Esta revelación procede de Quien creó la Tierra y los altos cielos;

5

El Clemente que se ha establecido sobre el Trono.

6

A Él pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra, lo que existe entre ellos y lo que hay bajo la tierra.

7

[Sabe ¡Oh, Muhammad! que] No es necesario que levantes la voz cuando Le invocas, pues Él conoce los secretos y las intenciones más ocultas.

8

¡Allah! No hay más divinidad que Él. A Él pertenecen los nombres [y los atributos] más sublimes.

9

¿Acaso no te llegó [¡Oh, Muhammad!] la historia de Moisés?

10

Cuando vio un fuego y dijo a su familia: Permaneced aquí, pues he visto un fuego y tal vez pueda traeros una brasa encendida [para que podáis calentaros] o encuentre junto a él quien pueda enseñarnos el camino.

11

Cuando llegó a él, una voz le llamó: ¡Oh, Moisés!

12

Ciertamente Yo soy tu Señor; quítate las sandalias, pues estás en el valle sagrado de Tua,

13

Y Yo te he elegido; escucha, pues, lo que te revelaré.

14

Ciertamente Yo soy Allah, y no hay más divinidad que Yo. Adórame, pues, y haz la oración para tenerme presente en tu corazón.

15

Y por cierto que el Día de la Resurrección es indubitable, y nadie salvo Allah sabe cuando llegará. Ese día todos los hombres recibirán la recompensa o el castigo que se merezcan por sus obras.

16

No te dejes seducir por quienes no creen en ella y siguen sus pasiones, porque serás de los que pierdan.

17

¿Qué es lo que tienes en tu diestra? ¡Oh, Moisés!

18

Respondió: Es mi vara. Me sirve de apoyo, y con ella vareo los árboles para que mi ganado coma de su follaje; además de otros usos.

19

Dijo [Allah]: Arrójala ¡Oh, Moisés!

20

La arrojó, y ésta se convirtió en una serpiente que se movía con rapidez.

21

Dijo [Allah]: Recógela y no temas, pues la volveremos a su forma original.

22

E introduce tu mano por el cuello de tu túnica y saldrá blanca resplandeciente, sin tener ningún mal. Y éste será otro milagro.

23

Y por cierto que te hemos mostrado algunos de Nuestros grandes signos.

24

Ve ante el Faraón, pues se ha extralimitado.

25

Dijo [Moisés]: ¡Oh, Señor mío! Abre mi corazón [disponiéndolo para que pueda recibir la profecía],

26

Facilítame mi misión,

27

Haz que pueda expresarme correctamente

28

Para que comprendan mi mensaje,

29

Asígname de mi familia para que me ayude [en la transmisión del Mensaje]

30

A mi hermano Aarón,

31

Fortaléceme con él,

32

Y asóciale en mi misión [y desígnalo Mensajero igual que a mí]

33

Para que Te glorifiquemos

34

Y Te recordemos mucho.

35

Por cierto que Tú bien sabes nuestra necesidad de Ti.

36

Dijo [Allah]: Te ha sido concedido lo que pides ¡Oh, Moisés!

37

Y por cierto que anteriormente también te agraciamos,

38

Cuando le inspiramos a tu madre [y le dijimos]:

39

Ponlo en un cesto y déjalo en el río, que éste lo llevará hasta una orilla y será recogido por un enemigo Mío y suyo [el Faraón]. Y por cierto que infundimos en ellos [el Faraón y su gente] amor por ti, y creciste bajo Nuestra observancia [y protección].

40

Cuando tu hermana, que seguía tus rastros, le dijo [al Faraón, al ver que ninguna nodriza podía amamantarte]: ¿Acaso queréis que os indique alguien que puede encargarse de cuidarlo? Y así te devolvimos a tu madre para que se alegrara y no se entristeciera. Y cuando mataste a un hombre [del pueblo del Faraón] te salvamos de que tomaran represalias contigo, y así te probamos de distintas maneras. Y luego de permanecer unos años en Madián regresaste por decreto Nuestro ¡Oh, Moisés!

41

Y ciertamente te he elegido [para que seas uno de Mis Mensajeros].

42

Id tú y tu hermano con Mis signos, y no dejéis de recordarme.

43

Presentaos ante el Faraón, pues se ha extralimitado,

44

Y habladle cortésmente, para que así recapacite o tema a Allah y se arrepienta.

45

Dijeron: ¡Oh, Señor nuestro! Tememos que nos reprima y se propase con nosotros.

46

Dijo [Allah]: No temáis, pues Yo estoy con vosotros escuchando y observando todo.

47

Id ante él y decidle: Somos Mensajeros enviados por tu Señor para que dejes ir con nosotros a los Hijos de Israel, y no los tortures. Por cierto que hemos venido con un signo de tu Señor, y quien siga la guía estará a salvo.

48

Nos ha sido revelado que quien desmienta [el Mensaje que hemos traído] y vuelva la espalda será castigado.

49

Dijo [el Faraón]: Respóndeme ¡Oh, Moisés! ¿Y quién es vuestro Señor?

50

Dijo [Moisés]: Nuestro Señor es Quien creó cada cosa con una naturaleza y una forma particular, y luego dispuso un orden entre todas ellas.

51

Entonces, preguntó [el Faraón]: ¿Qué pasará con las generaciones anteriores?

52

Dijo [Moisés]: Sólo mi Señor lo sabe, y Él todo lo tiene registrado en un Libro. Mi Señor no se equivoca nunca ni se olvida de nada.

53

Él os dispuso la Tierra como un lecho [propicio para que lo habitéis] y os trazó en ella caminos, e hizo descender agua del cielo para que con ella broten diferentes especies de plantas.

54

Comed de ellas y apacentad vuestros ganados. Ciertamente en esto hay signos [del poder de Allah] para los dotados de intelecto.

55

De ella [la tierra] os hemos creado, a ella os haremos retornar [cuado muráis], y de ella os haremos surgir nuevamente [el Día de la Resurrección ].

56

Y por cierto que le mostramos [al Faraón] todos Nuestros signos, pero los desmintió y se rehusó a creer.

57

Dijo [el Faraón]: ¡Oh, Moisés! ¿Acaso viniste a expulsarnos de nuestra tierra con tu magia?

58

Nosotros te mostraremos una magia igual que la tuya, sólo fija un día para que tú y nosotros nos encontremos en un lugar conveniente para ambos; y que ninguno falte a la cita.

59

Dijo [Moisés]: Nuestra cita será el día de vuestra festividad. Convocad a la gente, pues, por la mañana.

60

Entonces el Faraón se retiró y reunió a sus magos [con quienes planeó sus artificios]. Luego, el día de la cita, concurrió.

61

Moisés les dijo [a los magos]: ¡Ay de vosotros! No inventéis mentiras acerca de Allah, pues os aniquilará con Su castigo; y sabed que quienes inventan mentiras son los que pierden.

62

Entonces, [los magos] debatieron entre ellos acerca de Moisés, y deliberaron al respecto secretamente.

63

Dijeron: En realidad, éstos son sólo dos magos que con su magia quieren expulsaros de vuestra tierra y acabar con vuestras nobles costumbres.

64

Preparad todos vuestros artificios y luego presentaos en orden; y sabed que quien sobresalga será el ganador.

65

Dijeron: ¡Oh, Moisés! ¿Arrojas tú o la hacemos primero nosotros?

66

Dijo [Moisés]: Arrojad vosotros primero. Entonces arrojaron sus cuerdas y varas, y por la magia que había empleado éstas parecían moverse [como si fuesen verdaderas serpientes].

67

[Y al ver esto] Moisés sintió temor en su interior,

68

Pero le dijimos: No temas, ciertamente tú serás el vencedor.

69

Arroja lo que tienes en tu diestra que anulará lo que ellos hicieron, pues sólo se trata de magia. Y sabe que los magos jamás prosperarán.

70

Y entonces los magos [al percibir la Verdad ] se postraron y exclamaron: Creemos en el Señor de Aarón y Moisés.

71

Dijo [el Faraón]: ¿Acaso vais a creer en él sin que yo os lo permita? Ciertamente él es vuestro maestro que os ha ensañado la magia. Haré que se os ampute la mano y el pie opuestos, y luego os haré crucificar en troncos de palmera. Así sabréis quién de nosotros puede infligir el castigo más severo y perdurable.

72

Dijeron: No te preferiremos a las pruebas evidentes que nos han llegado, y [menos aún] a Quien nos creó. Haz pues con nosotros lo que has decidido; tú sólo puedes condenarnos en esta vida.

73

Ciertamente creemos en nuestro Señor, y Él nos perdonará nuestros pecados y la magia que nos obligaste a hacer. Por cierto que la recompensa de Allah es la mejor y Su castigo es el más perdurable.

74

Quien se presente ante su Señor siendo un [incrédulo] pecador tendrá el Infierno como castigo, en el que no podrá morir [para librarse del tormento] ni tampoco vivir [un solo instante sin padecerlo].

75

En cambio, quien se presente ante su Señor creyendo en Él y habiendo obrado correctamente obtendrá [como recompensa] los más altos grados [en el Paraíso].

76

Morarán eternamente en los Jardines del Edén, bajo los cuales corren los ríos. Ésa será la retribución de quienes se purifiquen [abandonando la idolatría y el pecado].

77

Le ordenamos a Moisés [diciéndole]: Sal de noche con Mis siervos, y abre [por Mi voluntad] el mar dejándoles un camino de tierra firme [por donde puedan huir del Faraón y sus huestes], y no temas que os alcancen ni tampoco morir ahogados.

78

Y cuando el Faraón y su ejército les siguieron, el mar los cubrió [ahogándoles a todos].

79

Por cierto que el Faraón extravió a su pueblo, en vez de guiarles.

80

¡Oh, Hijos de Israel! [Recordad Nuestras gracias, cuando] Os salvamos de vuestros enemigos, os citamos en la ladera derecha del monte [para que podáis presenciar Nuestros milagros], y os enviamos el maná y las codornices.

81

Comed de las cosas buenas que os hemos provisto y no os extralimitéis, pues Mi ira recaerá sobre vosotros. Y sabed que aquel sobre quien recaiga Mi ira será un desdichado.

82

Ciertamente Yo soy Remisorio con quienes se arrepienten, creen, obran correctamente y perseveran en el sendero recto.

83

[Y cuando Moisés se presentó a la cita, Allah le dijo:] ¡Oh, Moisés! ¿Por qué te has adelantado dejando atrás a tu pueblo?

84

Dijo: Ellos vienen detrás de mí, y sólo me adelanté para complacerte ¡Oh, Señor mío!

85

Dijo [Allah]: Por cierto que hemos puesto a prueba a tu pueblo después de que les dejaste, y el samaritano les extravió [exhortándoles a adorar el becerro].

86

Y cuando Moisés regresó ante su pueblo airado y apenado, les dijo: ¡Oh, pueblo mío! ¿Acaso vuestro Señor no os ha hecho una hermosa promesa? ¿Es que os parece que me ausenté por mucho tiempo? ¿Acaso queréis que la ira de vuestro Señor se desate sobre vosotros, y por ello quebrantasteis la promesa que me hicisteis?

87

Dijeron: No quebrantamos la promesa que te hicimos intencionadamente, sino que cuando arrojamos al fuego las joyas del pueblo del Faraón que teníamos en nuestro poder, el samaritano, luego de arrojar el polvo [de las huellas del corcel del Ángel Gabriel enviado por Allah para ahogar al Faraón y su ejército] sobre ellas,

88

Fundió las joyas dándoles la forma de un becerro que emitía un sonido como un mugido, y entonces exclamamos: Ésta es nuestra divinidad y la de Moisés, pero él olvidó que está aquí.

89

¿Acaso no vieron que no les respondía, ni podía dañarlos ni beneficiarlos?

90

Y por cierto que antes [que regresara Moisés] Aarón les había advertido: ¡Oh, pueblo mío! Se os está poniendo a prueba con él. Vuestro verdadero Señor es el Clemente, seguidme pues y obedeced mis órdenes.

91

Respondieron: No dejaremos de postrarnos ante él hasta que vuelva Moisés.

92

Dijo [Moisés]: ¡Oh, Aarón! ¿Qué te impidió, cuando viste que se desviaban,

93

Buscarme [para informarme lo sucedido]? ¿Es que desobedeciste mi orden [de velar por ellos]?

94

Dijo [Aarón]: ¡Oh, hijo de mi madre! No me tomes por la barba ni la cabeza. Ciertamente temí que [si les dejaba para salir a buscarte] me dijeras: Lo que has hecho es causar la discordia y la división entre los Hijos de Israel [al haberte ausentado], y no habéis cumplido con lo que te ordené.

95

Dijo [Moisés]: ¿Y tú qué dices? ¡Oh, samaritano!

96

Por cierto que vi lo que ellos no pudieron ver [el corcel donde iba montado el Ángel Gabriel cuando las aguas del mar se partieron]. Entonces tomé un puñado de tierra de las huellas que dejó el [corcel del Ángel] enviado y lo arrojé [sobre las joyas cuando se fundían]. Así me lo sugirió mi alma.

97

Dijo [Moisés]: Aléjate de nosotros; ciertamente tu castigo en esta vida será vivir sólo, sin que nadie se te acerque, y [en la otra] te aguarda una cita ineludible [el Día del Juicio]. Y observa [lo que haremos con] lo que consideraste tu divinidad, y a lo cual has adorado: Lo quemaremos y esparciremos sus restos en el mar.

98

Ciertamente vuestra única divinidad es Allah. No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Él, y todo lo abarca con Su conocimiento.

99

Así es como te revelamos las historias de quienes os precedieron; y ciertamente te hemos agraciado con Nuestro Mensaje [el Sagrado Corán].

100

Quien se aparte de él, llevará una gran carga [de pecados] el Día del Juicio,

101

Y nunca podrá librarse de ella. ¡Qué pésima carga tendrán que soportar el Día de la Resurrección!

102

Ese día, cuando la trompeta sea soplada, reuniremos a los pecadores, y sus miradas estarán ensombrecidas.

103

Se susurrarán unos a otros, y algunos dirán: Sólo hemos permanecido [en la vida mundanal] diez días.

104

Y otros, los más sensatos, dirán: Sólo hemos permanecido un día. Y por cierto que Nosotros bien sabemos lo que dicen.

105

Te preguntan [¡Oh, Muhammad!] qué ocurrirá con las montañas [el Día del Juicio]. Diles: Mi Señor las reducirá a polvo,

106

Y las convertirá en inmensas llanuras.

107

No habrá valles ni colinas.

108

Ese día todos los hombres acudirán a la llamada del [Ángel] pregonero, y nadie errará el camino; y las voces callarán ante el Misericordioso, y sólo se oirá el sonido de sus pasos.

109

Entonces, ninguna intercesión será aceptada, salvo la de quien el Misericordioso quiera, y sus palabras le sean aceptadas.

110

Allah bien conoce el pasado y el futuro, y los hombres nunca podrán alcanzar este conocimiento.

111

[El Día del Juicio] Todos los rostros se humillarán ante Allah, Viviente, Quien se basta a sí mismo y se ocupa de toda la creación; y los inicuos fracasarán.

112

En cambio, el creyente que haya obrado rectamente no temerá ninguna injusticia ni merma en su recompensa.

113

Ciertamente revelamos el Corán en idioma árabe, y expusimos en él toda clase de advertencias para que teman a Allah y recapaciten.

114

¡Exaltado sea Allah! El único Soberano real. No te adelantes [¡Oh, Muhammad!] a recitar lo que te estamos revelando del Corán hasta que no concluyamos, y di: ¡Oh, Señor mío! Acrecienta mi conocimiento.

115

Por cierto que Adán tomó un compromiso con Nosotros [de no prestarse a los susurros de Satanás], pero luego se olvidó [y comió del árbol prohibido]; y no vimos en él una firme resolución.

116

Y cuando dijimos a los Ángeles: ¡Haced una reverencia ante Adán! La hicieron excepto Iblîs.

117

Dijimos: ¡Oh, Adán! Éste [Satanás] es un enemigo para ti y para tu esposa; que no os haga expulsar del Paraíso pues serás un desdichado.

118

Por cierto que en el Paraíso no padecerás hambre ni te faltará con que cubrir tu desnudez,

119

Ni tampoco sufrirás sed ni calor.

120

Pero Satanás le sedujo diciéndole: ¡Oh, Adán! ¿Quieres que te indique el árbol del que si comes serás inmortal y tendrás un reino eterno?

121

Y cuando ambos comieron del árbol quedaron desnudos, y comenzaron a cubrirse con hojas del Paraíso. Por cierto que Adán desobedeció a su Señor y cometió un pecado.

122

Luego su Señor lo eligió [como Profeta], lo perdonó y lo guió.

123

Dijo [Allah]: ¡Descended del Paraíso [y habitad vosotros y toda vuestra descendencia en la Tierra ]! Seréis enemigos unos de otros. Cuando sea que os llegue de Mí una guía, quienes sigan Mi guía no se extraviarán ni serán desdichados.

124

Mas quien se aleje de Mi Mensaje llevará una vida mísera, y el Día del Juicio le resucitaremos ciego.

125

Y entonces dirá: ¡Oh, Señor mío! ¿Por qué me has resucitado ciego, si antes veía?

126

Dirá [Allah]: Así como cuando te llegaron Nuestros signos los ignoraste, hoy tú serás ignorado.

127

De esta forma retribuiremos a quienes se extralimitaron y no creyeron en los signos de su Señor: Y sabed que el castigo de la otra vida será más severo y duradero.

128

¿Acaso no se les ha evidenciado [a quienes no creen en este Mensaje] cuántas civilizaciones destruimos, siendo que ellos ahora pueden observar sus ruinas? Por cierto que en ello hay signos para los dotados de intelecto.

129

Y [sabe ¡Oh, Muhammad! que] de no ser porque tu Señor ha decretado [retrasarles el castigo hasta el Día del Juicio a quienes te desmientan] y ha prefijado para cada hombre su plazo [de vida durante la cual puede arrepentirse] ya los habría aniquilado.

130

Ten paciencia [¡Oh, Muhammad!] a sus injurias, y glorifica con alabanzas a tu Señor antes de la salida del Sol y antes del ocaso, durante la noche y durante el día, para que así [Allah te retribuya con una gran recompensa y] quedes complacido.

131

No codicies [¡Oh, Muhammad!] aquello conque hemos agraciado a algunos de los ricos [de los incrédulos], pues son sólo placeres de esta vida mundanal con los que los ponemos a prueba. Y sabe que la recompensa que tu Señor tiene reservada es mejor y más duradera.

132

Ordena a tu familia practicar la oración prescrita y sé constante en su cumplimiento. Que la procuración del sustento no te haga descuidar el cumplimiento de lo que Allah ha prescrito, pues Nosotros os sustentamos. Ciertamente la bienaventuranza es para los piadosos.

133

Y [los incrédulos de La Meca] dicen: ¿Por qué no nos muestra un milagro de su Señor [que corrobore su profecía]? Y por cierto que ya les han llegado pruebas evidentes en los primeros Libros revelados [ la Torá y el Evangelio].

134

Si hubiéramos decretado destruirles con un castigo antes de la llegada de Nuestro Mensajero, hubieran dicho: ¡Oh, Señor nuestro! Si nos hubieras enviado un Mensajero habríamos seguido Tu Mensaje antes de ser humillados [con el castigo] y desdichados para siempre.

135

Diles [¡Oh, Muhammad!]: Todos esperan [saber qué ocurrirá]; seguid esperando pues, que ya sabréis quiénes están en el camino recto y siguen la guía.