20. SURA TA, HA

En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.

(1)
Ta, Ha*.

(2)
No hemos hecho descender sobre ti el Corán para que te agobies.
*[Según Ibn Abbas estas letras quieren decir: ¡Oh hombre! Pero también indican uno de los nombres del Profeta, que Allah le dé Su gracia y paz.]

(3)
Sino como una amonestación para quien se guarde.

(4)
Es un descenso de Aquel que ha creado la tierra y los excelsos cielos.

(5)
El Misericordioso que se asentó sobre el trono.

(6)
Suyo es cuanto hay en los cielos y en la tierra, lo que hay entre ambos y lo que hay bajo el suelo.

(7)
Y hables en voz alta... (o no), Él conoce lo secreto y aún más que eso.

(8)
Allah, no hay dios sino Él, Suyos son los nombres más hermosos.


(9)
¿Te ha llegado el relato de Musa?

(10)
Cuando vio un fuego y dijo a su familia: Permaneced aquí, he divisado un fuego y tal vez pueda traeros alguna brasa o encuentre en él alguna guía.

(11)
Y cuando llegó a él, oyó una llamada: ¡Musa!:

(12)
Yo soy tu Señor, quítate las sandalias pues estás en el purificado valle de Tuwa.

(13)
Te he elegido, así pues pon atención a lo que se inspira:

(14)
Yo soy Allah, no hay dios excepto Yo; adórame y establece la Oración para recordarme.

(15)
La Hora vendrá con toda seguridad, y casi la tengo oculta para Mí mismo, para pagar a cada uno en lo que se haya esforzado.

(16)
Que no te aparte de ella quien no crea en ella y siga sus pasiones, pues te perderías.

(17)
¿Qué tienes en tu mano derecha Musa?

(18)
Dijo: Es mi bastón, en él me apoyo, con él vareo los árboles para mi ganado y en él tengo otras utilidades.

(19)
Dijo: ¡Tíralo, Musa!

(20)
Lo tiró y era una serpiente que reptaba con rapidez.

(21)
Dijo: Tómalo y no temas, lo devolveremos a su forma original.

(22)
Ponte la mano bajo el brazo y saldrá blanca, sin que sea debido a ningún mal. Será otro signo.

(23)
Es para mostrarte parte de Nuestros grandes signos.

(24)
Ve a Firaún pues realmente él ha sobrepasado todo límite.

(25)
Dijo: Señor mío, abre mi pecho,

(26)
haz fácil mi misión

(27)
y desata el nudo de mi lengua

(28)
para que puedan comprender lo que digo.

(29)
Y dame alguien de mi familia que me asista.

(30)
A mi hermano Harún.

(31)
Fortalece mi espalda con él.

(32)
Y asóciale a mi misión

(33)
para que Te glorifiquemos mucho.

(34)
Y Te recordemos mucho.

(35)
Es cierto que Tú nos ves.

(36)
Dijo: Tu petición te ha sido concedida, Musa.

(37)
Ya te habíamos agraciado en otra ocasión,

(38)
Cuando inspiramos a tu madre lo que le fue inspirado:

(39)
Ponlo en la canasta y déjalo en el río, el río lo arrojará a la orilla y será recogido por un enemigo Mío y suyo.
Deposité en ti amor procedente de Mí Para que te criaras bajo Mi mirada.

(40)
Cuando fue tu hermana y dijo: ¿Queréis que os muestre quién puede criarlo? Y te devolvimos a tu madre para consuelo de sus ojos y para que no se entristeciera.
Y mataste a una persona y te salvamos del aprieto poniéndote a prueba.
Estuviste unos años entre la gente de Madyan y luego, por un decreto, viniste, Musa.

(41)
Y te elegí para Mí.

(42)
¡Id tú y tu hermano llevando Mis signos y no flaqueéis en recordarme!

(43)
Id los dos a Firaún pues él ha sobrepasado todo límite.

(44)
Y habladle de manera suave, tal vez recapacite y se guarde.

(45)
Dijeron: Señor nuestro, tememos que se precipite contra nosotros o abuse.

(46)
Dijo: No temáis, Yo estaré con vosotros oyendo y viendo.

(47)
¡Id a él! y decidle: Somos mensajeros de tu Señor, deja ir con nosotros a los hijos de Israel y no los castigues, hemos venido a ti con un signo de tu Señor. Y que la paz sea con quien siga la guía.

(48)
Verdaderamente se nos ha inspirado que el castigo caerá sobre el que desmienta y se aparte.

(49)
Dijo: ¿Y quién es vuestro Señor, Musa?

(50)
Dijo: Nuestro Señor es Aquel que ha dado a cada cosa su creación y luego la ha encaminado.

(51)
Dijo: ¿Y qué me decís de las generaciones anteriores?

(52)
Dijo: Su conocimiento está junto a mi Señor en un Libro.
A mi Señor no se le escapa nada ni olvida.

(53)
Él os ha puesto la tierra como asiento y os ha trazado en ella caminos. Hace descender agua desde el cielo para que con ella broten especies de plantas diversas.

(54)
¡Comed y apacentad vuestros rebaños! Es cierto que en ello tenéis signos para los que poseen inteligencia.

(55)
De ella os creamos, a ella os devolveremos y de ella os haremos salir de nuevo.

(56)
Y realmente le hicimos ver Nuestros signos todos, pero negó su verdad y no quiso saber nada.

(57)
Dijo: ¿Habéis venido a nos para echarnos de nuestra tierra con tu magia, Musa?

(58)
Vamos a traerte una magia similar, fija una cita entre nosotros a la que ni tú ni nosotros faltemos y que sea en un lugar intermedio.

(59)
Dijo: La cita que pedís será el día de fiesta; que la gente se reúna por la mañana.

(60)
Firaún dio la espalda y reunió su estratagema, luego acudió.

(61)
Musa les dijo: ¡Ay de vosotros! No inventéis ninguna mentira contra Allah pues Él os destruiría con un castigo. Verdaderamente todo el que fabrica falsedades fracasa.

(62)
Entonces deliberaron entre ellos su plan y guardaron secreto.

(63)
Dijeron: Realmente estos son dos magos que quieren echaros de vuestra tierra con su magia y acabar así con vuestra forma de vida sin igual.

(64)
Así pues reunid vuestra astucia y luego venid en filas.
Hoy, quien sobresalga, triunfará.

(65)
Dijeron: ¡Musa! Tira tú o lo haremos nosotros primero.

(66)
Dijo: ¡Tirad! Y entonces sus cuerdas y bastones, por la magia que habían utilizado, le crearon la ilusión de que reptaban.

(67)
Y Musa sintió miedo en su interior.

(68)
Dijimos: No tengas miedo, tú eres el más alto.

(69)
Arroja lo que tienes en la mano derecha y se tragará lo que han manipulado, pues no es más que un truco de mago y el que usa la magia, venga de donde venga, no tendrá éxito.

(70)
Entonces los magos cayeron postrados y dijeron: "Creemos en el Señor de Harún y Musa".

(71)
Dijo: ¿Creéis en él sin que yo os haya dado permiso?
Ahora veo que él es vuestro maestro, el que os ha enseñado la magia. Os cortaré una mano y un pie del lado contrario y os crucificaré en un tronco de palmera. Así sabréis de verdad quién de nosotros castiga con más severidad y duración.

(72)
Dijeron: No te preferimos a las evidencias que nos han llegado y a Quien nos creó, decide pues lo que tengas que decidir pues tú sólo decides en esta vida de aquí.

(73)
Nosotros creemos en nuestro Señor para que nos perdone las faltas y la magia a la que nos forzaste. Allah es mejor y permanece.

(74)
Es cierto que quien llega hasta su Señor siendo de los que han hecho el mal, tendrá Yahannam donde ni vivirá ni morirá.

(75)
Pero quien llegue a Él siendo creyente y habiendo practicado las acciones de rectitud tendrán los grados más altos.

(76)
Los jardines de Adn por cuyo suelo corren los ríos, allí serán inmortales. Esa es la recompensa de quien se purifica.

(77)
Verdaderamente inspiramos a Musa: Vete de noche llevándote a Mis siervos y ábreles un camino seco en el mar y no tengas miedo de que te alcancen ni tengas temor.

(78)
Firaún los siguió con sus ejércitos y ¡cómo los cubrió el mar!

(79)
Firaún extravió a su gente y no la guió.

(80)
¡Hijos de Israel! Os salvamos de vuestro enemigo y os dimos cita en la ladera derecha del monte e hicimos que descendiera sobre vosotros el maná y las codornices.

(81)
¡Comed de las cosas buenas que os damos como provisión y no abuséis de ello, pues entonces se desataría Mi enojo sobre vosotros y aquel sobre quien se desata Mi enojo cae en lo más bajo.

(82)
Y es cierto que Yo soy Indulgente con el que se vuelve a Mí, cree, actúa con rectitud y se guía.

(83)
¿Y qué te hizo adelantarte a tu gente, Musa?

(84)
Dijo: Ellos iban siguiendo mis huellas y me adelanté a Tu encuentro, Señor, buscando Tu complacencia.

(85)
Dijo: Es cierto que, en tu ausencia, hemos puesto a prueba a tu gente y el Samirí los ha extraviado.

(86)
Entonces Musa regresó a su gente enojado y dolido, y dijo: ¡Gente mía! ¿Acaso no os hizo vuestro Señor una hermosa promesa? ¿Se os ha hecho largo el plazo o es que queréis que el enojo de vuestro Señor caiga sobre vosotros?
Habéis incumplido lo que me prometisteis.

(87)
Dijeron: No hemos faltado a la promesa que te hicimos por iniciativa propia sino que nos hicieron cargar con el peso de las alhajas de la gente y las arrojamos como hizo el Samirí*.
*[Es decir las arrojaron al fuego para fundirlas y hacer con ello el becerro de oro, animados por el Samirí.]

(88)
Y les hizo la figura de un becerro que mugía. Dijeron: Este es vuestro dios y el dios que Musa olvidó.

(89)
¿Es que no veían que no les contestaba, ni tenía el poder de perjudicarles o beneficiarles?

(90)
Harún ya les había advertido: ¡Gente mía! Con esto sólo se os está poniendo a prueba, realmente vuestro Señor es Misericordioso, seguidme y obedeced lo que os mando.

(91)
Dijeron: No vamos a cesar de estar dedicados a su culto hasta que no regrese Musa a nosotros.

(92)
Dijo: ¡Harún! ¿Qué te impidió seguirme al ver que se extraviaban?

(93)
¿Es que desobedeciste mi orden?

(94)
Dijo: ¡Hijo de mi madre! No me agarres por la barba ni por la cabeza, de verdad que temí que dijeras: Has creado separación entre los hijos de Israel y no has esperado mi palabra.

(95)
Dijo: Y tú Samirí, ¿qué tienes que decir?

(96)
Dijo: He visto lo que ellos no ven, así que he tomado un puñado de la tierra en la que dejó sus huellas el mensajero y lo he arrojado. Esto es lo que me ha sugerido mi alma.*
*[El Samirí vio el caballo de Yibril, que es el mensajero aquí mencionado, y fue inspirado en su ánimo: Si tomas un puñado de tierra de la huella de este caballo y lo arrojas sobre algo se convertirá en lo que quieras. Los judíos habían tomado las joyas de la familia de Firaún y las habían fundido, entonces el Samirí arrojó sobre ello un puñado de tierra de las huellas del caballo de Yibril y tomó la forma de un becerro que mugía.]

(97)
Dijo: ¡Vete! Durante toda tu vida tendrás que decir: No me toques*. Y tienes una cita a la que no faltarás.
Mira a tu dios, ése al que te entregaste, lo quemaremos y esparciremos sus cenizas por el mar.
*[Musa le impuso como castigo no poder tocar ni acercarse a nadie.]

(98)
Ciertamente vuestro dios no es sino Allah, no hay más dios que Él, abarca todas las cosas con Su conocimiento.

 

(99)
Así es como te contamos algunas de las noticias de lo que pasó antes Te hemos dado un recuerdo procedente de Nos.

(100)
Quien se aparte de él... El Día del Levantamiento llevará una carga.

(101)
En la que serán inmortales. Y qué mala carga será la suya en el Día del Levantamiento.

(102)
El día que se soplará en el cuerno y en el que reuniremos a los malhechores que, ese día, tendrán los ojos en blanco y el rostro ennegrecido.

(103)
Hablarán entre ellos en voz baja: Sólo estuvimos diez (días).

(104)
Nosotros sabemos mejor lo que van a decir cuando el más certero de ellos diga: Sólo permanecimos un día.

(105)
Y te preguntan acerca de las montañas, di: Mi Señor las pulverizará por completo.

(106)
Y las dejará como llanuras lisas.

(107)
Sin que veas ningún altibajo en ellas.

(108)
Ese día seguirán una llamada, que no será posible eludir, y todas las voces se humillarán ante el Misericordioso. Sólo escucharás un murmullo.

(109)
Ese día ninguna intercesión servirá de nada a excepción de quien sea autorizado por el Misericordioso y su palabra sea aceptada.

(110)
Él conoce lo que tienen por delante y lo que tienen detrás, ellos no pueden abarcarlo con su conocimiento.

(111)
Todos los rostros se humillarán ante el Viviente, el Sustentador, y habrá perdido quien lleve injusticia.

(112)
Pero quien practique las acciones de rectitud y sea creyente que no tema injusticia ni menoscabo.

(113)
Así es como lo hemos hecho descender, como una recitación árabe y hemos reiterado en él promesas amenazantes por si se guardaban o les servía de exhortación.

 

(114)
Y exaltado sea Allah, el Rey verdadero. Y no te adelantes recitando antes de tiempo aquello del Corán que esté descendiendo sobre tí. Y di: ¡Señor! Concédeme más conocimiento.

(115)
Ya hicimos antes un pacto con Adam, pero olvidó y no le encontramos resolución.

(116)
Y cuando dijimos a los ángeles: Postraos ante Adam, y se postraron. Sin embargo Iblis se negó.

(117)
Y dijimos: ¡Adam! Realmente él es un enemigo para ti y para tu pareja, que no os saque del Jardín pues conocerías la penalidad.

(118)
Verdaderamente en él no sentirás ni hambre ni desnudez.

(119)
Ni tampoco sufrirás la sed y el calor.

(120)
Pero el Shaytán le susurró diciéndole: ¡Adam! ¿Quieres que te diga cuál es el árbol de la inmortalidad y un dominio que no se acaba?

(121)
Y ambos comieron de él. Entonces se les mostraron sus partes pudendas y comenzaron a taparse con hojas del Jardín.
Adam desobedeció a su Señor y malogró (lo que tenía).

(122)
Luego su Señor lo escogió, se volvió sobre él y lo guió.

(123)
Dijo: Descended ambos de él*, seréis mutuos enemigos.
Y si os llega una guía procedente de Mí, quien siga Mi guía no se extraviará ni será desgraciado.
* [Es decir, Iblis por un lado y Adam y Hawá por otro.]

(124)
Pero quien se aparte de Mi recuerdo... Es cierto que tendrá una vida mísera y el Día del Levantamiento le haremos comparecer ciego.

(125)
Dirá: Señor mío: ¿Por qué me has hecho comparecer ciego, si antes podía ver.

 

 

(126)
Dirá: Del mismo modo que cuando te llegaron Nuestros signos los olvidaste, así hoy eres tú olvidado.

(127)
De esta forma pagaremos a quien se haya excedido y no haya creído en los signos de tu Señor. Y el castigo de la Última Vida es realmente más severo y más duradero.

(128)
¿No les sirve de guía ver cómo antes de ellos destruimos generaciones enteras por cuyas moradas caminan? Es cierto que en ello hay signos para gente dotada de inteligencia.

(129)
De no haber sido por una palabra previa de tu Señor y por la existencia de un plazo fijado, habría sido inevitable.

(130)
Ten pues paciencia con lo que dicen y glorifica a tu Señor con la alabanza que Le es debida antes de la salida del sol y antes de su ocaso, así como en parte de las horas de la noche.
Y en los (dos) extremos de la claridad diurna gloríficalo también, tal vez quedes satisfecho.

(131)
Y no dirijas tu mirada hacia los placeres que hemos dado a algunos de ellos como flor de la vida de este mundo para ponerlos a prueba.
Y la provisión de tu Señor es mejor y más duradera.

(132)
Ordena a tu gente el salat y persevera en él. No te pedimos sustento, Nosotros te sustentamos.
Y el buen fin pertenece al temor (de Allah).

(133)
Y dicen: ¿Cómo es que no nos trae un signo de su Señor? ¿Acaso no les llegó la evidencia de las primeras escrituras?

(134)
Si les hubiésemos destruido por medio de un castigo antes de su venida, habrían dicho: ¡Señor nuestro! ¿Por qué no enviaste algún mensajero de manera que hubiéramos podido seguir Tus signos antes de haber caído en la humillación y en la vergüenza?

(135)
Di: Todos estamos a la espera, así que seguid esperando que ya sabréis quiénes serán los compañeros del camino llano y quiénes tendrán guía.